Cuando el que abandona el aula es el profesor: La deserción docente como una crisis en aumento
En medio de un escenario educativo marcado por la violencia escolar, los conflictos en los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) y paros docentes a lo largo del país, un fenómeno silencioso pero persistente ha comenzado a generar preocupación: la deserción en pedagogía. No solo ha disminuido el número de estudiantes que optan por carreras de educación, sino que también crece la cifra de profesores y profesoras que, tras años de formación, deciden no ejercer o abandonar la docencia.
Una vocación puesta a prueba
Entre 2016 y 2024, las matrículas en carreras de pedagogía cayeron de 18.825 a 13.279 estudiantes. Pese a los incentivos implementados por diversos gobiernos, la tendencia a la baja es clara, especialmente tras la pandemia. Sin embargo, el problema no radica únicamente en la cantidad de estudiantes, sino en cuántos de ellos, una vez titulados, deciden realmente ejercer.
Estudios de Elige Educar y estimaciones del Colegio de Profesores indican que cerca del 30% de los docentes abandona la profesión antes de cumplir cinco años de ejercicio. Solo en el primer año tras titularse, un 10% opta por no volver al aula. Las razones se repiten: sobrecarga laboral, bajos sueldos y deterioro de la convivencia escolar.
Vicente Fernández, profesor de Historia que ejerció tres años en Recoleta, resume su experiencia así:
“Uno puede tener vocación y la pasión para enseñar, pero es súper difícil. La palabra vocación no puede reemplazar condiciones dignas de trabajo.”
Más trabajo, menos reconocimiento
El rol del profesor se ha diversificado a niveles alarmantes: además de enseñar, muchos asumen funciones de orientadores, cuidadores y mediadores de conflictos. La carga administrativa y la presión por resultados también inciden.
Consuelo del Canto, directora de investigación de Elige Educar, señala que no se trata de una crisis de vocación, sino de falta de apoyo:
“Los profesores se sienten solos en este desafío. Les pedimos una misión extraordinaria, pero sin ofrecerles un apoyo proporcional.”
Este desgaste, sumado a sueldos que no compensan el esfuerzo invertido, genera un ambiente poco atractivo para nuevos talentos. Si bien se ha registrado un aumento salarial cercano al 30% en los últimos 10 años, según el exministro Raúl Figueroa, las condiciones laborales siguen siendo una barrera importante.
Violencia y trato en el aula: otra causa de abandono
La convivencia escolar también es clave en la decisión de dejar la docencia. Javiera Díaz, egresada en 2021, relata su experiencia enfrentando altos niveles de violencia durante su práctica y primeros reemplazos en un colegio de Puente Alto:
“El trato con los estudiantes y apoderados es casi el 80% del trabajo docente. Si ese ambiente no es sano, es difícil querer seguir.”
Según Acción Educar, las denuncias por violencia en escuelas han aumentado más del 50% en la última década, afectando tanto a profesores como a la comunidad educativa en su conjunto.
Un futuro incierto si no se toman medidas
De no abordarse esta crisis, se proyecta que Chile enfrentará una escasez de 33.000 docentes al año 2030. A nivel global, el déficit se estima en 40 millones de docentes, según estudios recientes.
Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, lo resume con claridad:
“Este fenómeno no es solo chileno, pero debemos actuar con decisión. Que educar no nos cueste la vida.”
La deserción docente es una señal de alerta que urge atención inmediata. Más allá de las cifras, es un llamado a revalorizar la educación como un proyecto país, comenzando por cuidar a quienes dedican su vida a enseñar.