CELSA cierra ciclo de cuatro años del programa “Formación Inicial Docente: Compartiendo Saberes y Experiencias”
Un hito académico marcado por la colaboración entre la Universidad Central, la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y la Universidad de Chile, junto a autoridades ministeriales y actores relevantes del sistema educativo nacional.
La Corporación Educacional Laica de Santiago (CELSA) dio cierre al ciclo de cuatro años de trabajo formativo denominado “Formación Inicial Docente: Compartiendo Saberes y Experiencias”, iniciativa desarrollada en alianza con tres de las universidades con mayor trayectoria en educación del país.
El último encuentro, titulado “Educar en la Incertidumbre: La formación docente ante el cambio cultural”, fue organizado junto a la Universidad Central, y contó con la activa participación de la UMCE y la Universidad de Chile, instituciones que fueron pilares fundamentales en el desarrollo de este ciclo de seminarios.
Un cierre marcado por la reflexión y la colaboración
Durante la jornada participaron autoridades y académicos de la Universidad de Chile, representantes de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, especialistas en pedagogía de la Universidad Central, así como integrantes de la Agencia de Calidad de la Educación, la Superintendencia de Educación, la Gran Logia de Chile, la Asociación de Mujeres Laicas de Chile, la exrectora del Instituto Nacional, y miembros del Directorio de la Corporación CELSA, acompañados por el Gran Maestro y la Gran Maestra de la masonería.
Este encuentro final fue un espacio de análisis profundo sobre los desafíos actuales:
¿Cómo formar a las y los docentes en un mundo convulsionado, incierto y en transformación permanente?
Las presentaciones y diálogos permitieron generar una reflexión que trasciende, proyecta y recrea nuevas miradas para la formación pedagógica del país.
Cuatro seminarios, un mismo propósito
El ciclo, compuesto por cuatro seminarios realizados junto a diversas universidades, abordó temas clave para la formación inicial docente, situándose en el centro de la conversación educativa nacional. Las instituciones participantes permitieron desarrollar un trabajo sostenido que se consolidó en este acto de cierre, donde se reconoció que a ellas se deben los logros y resultados obtenidos.
Educación como derecho y horizonte común
Desde CELSA, se destacó que la educación es un derecho humano fundamental, y que la formación docente debe responder a los cambios culturales, sociales y tecnológicos que redefinen el rol de las y los educadores.
La reflexión colectiva permitió reafirmar un compromiso: seguir fortaleciendo espacios para el pensamiento crítico y la construcción de saber pedagógico desde una mirada laica, inclusiva y humanista.
Proyección 2026: fortalecer el espíritu de colaboración
El cierre de este ciclo no es un final, sino el inicio de una nueva etapa.
CELSA proyecta para 2026 seguir impulsando iniciativas basadas en un espíritu de colaboración, articulando a las universidades, autoridades educativas, especialistas y actores sociales que enriquecen el debate formativo.
La corporación reafirma así su misión de contribuir al desarrollo de docentes capaces de liderar procesos educativos en un mundo que exige adaptabilidad, pensamiento crítico y un compromiso profundo con el aprendizaje humano.
